López-Calo, "Plasencia (I)", p. 851, said that, after Juan Santiago Palomino left the position of chapelmater at Plasencia cathedral in 1737, obtained the position: "...Antonio Hernández, que era organista de la catedral y gran compositor, con condición de que desempeñase simultáneamente los dos cargos y nombrando, como contrapartida, organista segundo a su hijo Francisco Hernández. En agosto de 1748 fue despedido del cargo, pues estaba preso 'por hallarse demandado por el deslinde de unas heredades', aunque apeló ante el obispo, quien comunicó al Cabildo para que le repusiese en el puesto, lo que efectivamente hizo, siguiendo de maestro hasta su muerte.... En 1761 pidió Hernández al Cabildo una especie de jubilación por su mucha edad y achaques; el Cabildo acordó que siguiese haciendo lo que buenamente pudiese. Siguió componiendo los habituales villancicos para la Navidad y el Corpus hasta 1777; finalmente, en los últimos días de ese año on en los primeros de 1778 el Cabildo acordó jubilarlo."